A modo de adelanto para aquellos a quienes la ansiedad carcome, va este ajustado corte de ensayo. Un poquito y nada mas... para no os envicieis. Se suma a nuestra barra "Video Club"... ya saben donde encontarla. (Opción: clik sobre la foto)
Con la impecable habildad oratoria de Enrique Papatino, inauguramos la sección de videos de este blog. Enrique nos habla sobre la idea fundacional, los géneros y las piezas teatrales que dispararon el proceso creativo que condujo a "Lovely Revolution. Vertiginosa tertulia de teatro musical". Para disfrutar, tanto como el epactáculo que se viene en casi 20 días.
Con Enrique Dacal nos conocíamos de antes, pero nuestro primer contacto laboral fue en 2002, cuando presenté "El petiso orejudo" en un concurso del Centro Cultural General San Martín.
En esta nueva semana de ensayos se comenzaron a ajustar las diferentes partes del espectáculo.
A la hora de comer afuera no había mucha variedad. Se podía tomar algo en la Confitería Francesa, pero La fonda de Los Tres Reyes era el único restaurante de Buenos Aires. Su única competencia era la casa de Monsieur Ramón, un auténtico Chef francés que preparaba comidas para llevar a domicilio. Muchas señoras mandaban a sus esclavos a aprender a cocinar con Monsieur Ramón.
El ensayo del viernes último se destinó a pasar por primera vez la obra entera en grueso.
"En las calles de Buenos Aires no se ven, en las horas de la siesta más que médicos y perros". Así describía a la Gran Aldea un viajero francés. Y es que el pasatiempo preferido de los porteños era dormir la siesta. Tampoco había mucho que hacer. Las actividades principales eran la ganadería y el comercio, que se manejaban con poca mano de obra y una visita cada tanto a los lugares de producción y servicio. Ir de shopping llevaba muy poco tiempo. Bastaba atravesar la Plaza de la Victoria y recorrer la Recova donde estaban los puestos de los "bandoleros", como se llamaba entonces a los merceros frente a una doble fila de negocios de ropa y novedades.